III. Plegarias que comúnmente utilizaba Ana María Moreno
Oh María, concebida sin pecado original. Rogad por nosotros que recurrimos a Vos.
Dulce Corazón de Jesús sed mi amor. Dulce Corazón de María, sed mi salvación.
¡Oh María! Que vuestra santísima Bendición permanezca en nosotros noche y día: en la alegría y la tristeza, en el trabajo y en el descanso, en la salud y en la enfermedad, en la vida y en la muerte y durante la eternidad.
¡Oh Bendición de María Santísima! Dichoso quien te desea, pide, recibe y guarda y que después de haberla obtenido acá en la tierra nos lleve en nuestro último suspiro como prenda de misericordia y vida eterna. ¡Bendícenos, oh María Santísima! Amén.
Que la santísima Virgen María te guarde en su velo de Virgen, en su manto de Reina, pero sobre todo, en su corazón de Madre Amantísima.
Oh María, por tu Inmaculada Concepción, purifica mi cuerpo y santifica mi alma.
Oh querida Madre, sé nuestra intercesora, ante el Trono de nuestro Padre Celestial.
