Este Jueves Santo, 29 de marzo de 2018, en la iglesia catedral de Chitré, Mons. Rafael Valdivieso ha presidido la solemne concelebración eucarística (Misa crismal) durante la cual se han bendecidos los óleos de Catecúmenos y de los Enfermos y se ha consagrado el Crisma que servirá para las Confirmaciones y las ordenaciones diaconales, presbiterales y episcopales.
El padre José Héctor, párroco de la catedral y especialista en Sagrada Liturgia ha explicado a todo l pueblo la diferencia entre bendición y consagración con respecto a la utilización de los sagrados Óleos.
Durante su homilía el obispo también ha hablado de la Unción de Jesús, el Ungido por el Padre, y de la Unción de los presbíteros durante el Ritual de la ordenación sacerdotal. La Unción – ha explicado el obispo – no es una simple acción ritual sino una penetración de la vida divina, del Espíritu Santo, en la vida de las personas, así como el aceite penetra la materia y la impregna de su esencia, también los presbíteros son Ungido, es decir permeados y enviados. La Misión es algo inseparable de la Unción, como proclamaba el evangelio de Luca citando el profeta Isaías: “El Señor me ha consagrado (Ungido) y enviado a proclamar la Buena Nueva”.
La razón de ser del Sacerdote es servir, y por esto el Señor lo unge con su Espíritu para concederle aquella Gracia que le permite superar todos los límites, las dificultades y las pruebas.
En este día, en el cual el Señor ha instituido al mismo tiempo la Eucaristía y el Sacerdocio ministerial, felicitamos a todos los presbíteros de nuestra Diócesis y al obispo pidiendo al Señor de conservarlos en su amor y hacerlos dispensadores de su inmenso amor y misericordia.
Hoy viernes 15 de diciembre, en el salón parroquial de la Parroquia san Sebastián de Ocú, se ha reunido todo el clero, en un Presbiterio extraordinario, para escuchar los informes de las diferentes Comisiones de trabajo que están comprometidas en la preparación de la JMJ Panamá 2019 y en especial de los días de preparación en la diócesis, conocidos como Días en la Diócesis.
Hemos escuchado los datos actualizados de las familias dispuestas a acoger jóvenes en su casa, nos han informado sobre los preparativos del Coro que se está formando, se ha aclarado la disponibilidad y la capacidad de los Transportistas de nuestra región de Azuero en recibir los jóvenes desde su llegada al aeropuerto de Tocumen y se ha presentado oficialmente a todos los presbíteros de la diócesis nuestro Boletín digital.
Todavía hay mucho trabajo por delante, sin embargo, ya se ven los resultados del esfuerzo conjunto de todas las personas involucradas y este se puede considerar ya como el primer éxito porque, gracias a las incumbencias de la preparación de la JMJ, estamos descubriendo una nueva manera de ser comunidad e Iglesia en camino.
En los próximos números de nuestro Boletín trataremos de presentar de manera más detallada el trabajo realizado y por realizar de cada Comisión.