Datos de la parroquia
Párroco: Pbro. Gustavo Cruz, Osa
Patrono: Nuestra Señora del Rosario, 7 de octubre.
Teléfono: 996-7630 - 6672 3324
E-mail: parroquiadelrosario7@gmail.com
Ubicación: El Rosario
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VICARIO:

Keller El Rosario

 

Reseña Historica:

-Frailes Agustinos-

  • 38 años en la Parroquia San Juan Bautista (1966-2005):

La presencia de los agustinos en Chitré se remonta a los años 60, cuando la Provincia Matritense del Sagrado Corazón de Jesús (Orden de San Agustín) inició una etapa de decidida expansión y renovación institucional. En España algunos de sus viejos colegios son sustituidos o modernizados, y se construyen varios más de nueva fundación. Por otra parte, diversas razones aconsejan a la Provincia expandir su acción apostólica en América, preferentemente en algún país de habla española.

A este fin, su Superior Provincial, P. Gabriel del Estal, comisiona al P. Benigno Pena, entonces residente temporal en Bogotá (Colombia), para otras posibilidades de fundación en Panamá. Varios factores facilitaron el camino para hacer realidad la pretendida fundación. Recientemente había sido creada la Diócesis de Chitré, provincia de Herrera, y su primer obispo, Mons. José María Carrizo Villarreal, ofrecía y solicitaba a los PP. Recoletos la fundación de un colegio en la Diócesis, para el que dispone ya de un terreno adecuado. El entonces Vicario Provincial de los Agustinos Recoletos, P. Benjamín Ayechu, que declinó tal ofrecimiento, pone en contacto al P. Benigno con el obispo de Chitré, que le acoge con agrado y le concreta sus deseos.

El acuerdo entre el P. Provincial y el obispo de Chitré fue concretando con notable agilidad, y, antes de la formalización de un contrato, el P. Gabriel envió los dos primeros religiosos, con destino a Chitré: Los PP. Marceliano García Santos y Rafael del Valle Escanciano. Embarcados en Barcelona, arribaban a Puerto Cristóbal de Panamá el 20 de febrero de 1966.

Los PP. Marceliano y Rafael, provisionalmente hospedados en el mismo palacio episcopal, se hacen cargo casi de inmediato de la Parroquia de Monagrillo. Esta ha sido creada en el momento por el Señor Obispo, escindiendo su sector de la Parroquia central de la Diócesis la de la Catedral, única hasta entonces en la ciudad.

Los estudios de viabilidad de un colegio, llevados a cabo por los padres, dan un resultado negativo: no hay garantía de suficiente profesorado y alumnado en la zona, y el nivel económico del común de la población no ofrece perspectivas para un colegio privado, necesariamente más caro que los centros de enseñanza estatal, notablemente multiplicados por el Gobierno Nacional en los últimos años. En consecuencia, se abandona el proyecto.

La nueva Parroquia de Monagrillo no tiene volumen suficiente para ocupar a una Comunidad religiosa; por lo que el Señor Obispo decide entregar a los Agustinos la dirección de la Parroquia de San Juan Bautista de Chitré, con sede en la iglesia catedral. En el mes de junio de 1966 se firma el primer contrato, por el que el Obispo de Chitré acepta, y la Provincia Matritense asume la responsabilidad y atención de la parroquia por un período renovable de diez años. El 28 de septiembre del mismo año la comunidad agustiniana completa el número estipulado de 4 religiosos, con la llegada de los PP. Francisco Iturbe y David Renedo.

La parroquia de San Juan Bautista entre los años 1966 a 2005 contaba con un total de unos veintisiete mil habitantes. Disponía de universidad, colegios de segunda enseñanza y escuelas primarias, hospitales provinciales, clínicas particulares. Así como también Gobernación, Alcaldía, Guardia Nacional, cuerpo de bomberos y diversas instituciones provinciales. Además de la iglesia catedral, y servicios religiosos con regularidad en seis capillas.

Los chitreanos siempre se han caracterizado por ser personas sencillas y amables, amigos de las fiestas y muy respetuosos con el sacerdote. La situación socioeconómica ofrece grandes desigualdades y desafiantes contrastes entre las urbanizaciones de los más adinerados y los típicos suburbios, surgidos de la inmigración campesina.

La religiosidad responde a un patrón popular, con profundo apego a las tradiciones religiosas, con ambigüedades, es cierto, pero también con significativos valores: devociones populares, espíritu de fe y fraternidad, sentido religioso del dolor y de la muerte. La inmensa mayoría de la población está bautizada en la iglesia católica. Existen algunos indiferentes y numerosas confesiones protestantes fundamentalistas, con rasgos más o menos acusados de fanatismo. En los últimos tiempos, están haciendo cada vez más ruidosa su presencia y más constante su asedio a los domicilios de los más pobres y menos formados religiosamente. Son católicos practicantes alrededor de un 20%. Es grande el número de los apartados, salvo para bautismos, primeras comuniones, funerales y procesiones.

La comunidad agustiniana debió asumir, desde el principio, la tarea de ampliar la infraestructura pastoral, a todas luces insuficiente. La vieja residencia sacerdotal no daba cabida a una comunidad religiosa. La parroquia carecía de un centro parroquial que facilitara una acción apostólica evangelizadora. A este fin, en julio de 1969, se inició la realización del proyecto conjunto Centro Parroquial-Residencia de la comunidad, inaugurado en febrero de 1970.

En este mismo año se perfiló el anteproyecto de un gran Centro de Cursillos de Cristiandad, al servicio de toda la diócesis, en los terrenos que ésta había adquirido para la construcción de un colegio privado. Estas edificaciones, denominadas Centro de Promoción Social y Cristiana DAMASCO, se inauguraron en agosto de 1975.

La adecuada atención pastoral estaba urgiendo la construcción de nuevas capillas en las diversas barriadas, alejadas de la catedral. Al principio existían solamente dos: la del corregimiento de la Arena y la de la barriada El Rosario. En mayo de 1981 se inauguró la capilla de Sta. Rita, que da su nombre a la hasta entonces conocida como barriada Las Peñitas. Al año siguiente, en el corregimiento de la Arena, se construyó una nueva capilla en honor a la Virgen del Carmen; era el siete de julio. En agosto de 1984 se terminaron las obras de una capilla bajo la protección de nuestro padre San Agustín en la barriada Nueva Soberanía. En el año 1987, el siete de junio, se abrió al culto una preciosa iglesia con el nombre de Nuestra Señora de Guadalupe en El Aserrío.

La primitiva iglesia de La Arena se mostró pronto insuficiente para acoger a su feligresía. En 1987, tras dos años de trabajo, concluyeron las obras de una acertada ampliación, que aumentó en un tercio su capacidad.

A comienzos del 1992, se han iniciado las obras de dos Centros de Promoción y Culto. Uno, bajo la protección de Ntra. Sra. del Buen Consejo y San Judas Tadeo, se halla en la barriada Renacimiento; la primera piedra fue bendecida y colocada el 26 de abril. El otro edificio, que recordará la figura de San Martín de Porres, está ubicado en la barriada que lleva el nombre de tan glorioso personaje.

En 1996, se proyectó la construcción de una nueva iglesia en El Rosario, cuya población había crecido notablemente hasta entonces, haciendo totalmente insuficiente el primitivo templo. Este nuevo templo va a convertirse en la semilla de la futura Parroquia Nuestra Señora del Rosario.

En el año 2000 la parroquia San Juan Bautista da paso a la constitución canónica de la parroquia Nuestra Señora de las Mercedes, constituida en sus inicios por la capilla central y la capilla Nuestra Señora del Carmen; y posteriormente aglutinará otras capillas de la parroquia de Pesé cercanas a La Arena.  El Padre Andrés Pallarés, agustino, se destacó como el promotor espiritual de esta obra de Dios.   

  • Parroquia Ntra. Sra. del Rosario: 15 años de vida parroquial (2002-2017):

Siguiendo los signos de los tiempos y la necesidad pastoral de aquel entonces, el obispo Monseñor Fernando Torres Durán creó la parroquia Nuestra Señora del Rosario mediante el Decreto N°23 del 19 de marzo de 2002. Meses después, el 7 de octubre de 2002 se da la toma de posesión canónica de la parroquia, siendo su primer párroco Fray Francisco Iturbe hasta el año 2011.

Desde el año 2002 hasta el año 2005, los agustinos atendieron la parroquia San Juan Bautista y la Parroquia del Rosario al mismo tiempo. Esto, hasta el año 2005 cuando el día 8 de enero finalmente la Orden de San Agustín entrega la Parroquia San Juan Bautista al clero diocesano, dejando atrás una huella histórica de 38 años de presencia en ella. Y asume únicamente la cura pastoral de la parroquia Nuestra Señora del Rosario fundada pocos años antes.

A lo largo de estos quince años de vida parroquial han sido numerosos los religiosos agustinos que han colaborado en la cura pastoral de esta joven parroquia de la diócesis de Chitré. Se destacan entre ellos el Padre Francisco Iturbe, promotor de la construcción del templo parroquial, Convento San Alonso de Orozco y Salón parroquia Santa Mónica; fue nuestro guía espiritual desde la fundación de la parroquia hasta el año 2011.

El Padre Iturbe macha a Cuba como voluntario misionero a tierra de José Martí, y da paso a una nueva comunidad de religiosos presidida por el padre Manuel Ochagavía. El Padre Manuel continúa con las obras pastorales que la comunidad agustiniana había llevado durante casi una década y luego de unos años como párroco, la Santa Sede le nombre obispo de la Diócesis de Colón y Kuna Yala, es el año 2014.

Al ser nombrado obispo el padre Manuel, la comunidad agustiniana pone al cargo de párroco a Fray Armando Bayard quien ocupará el cargo hasta julio de 2017. El padre Armando se caracterizará por su don de gente, cercano y afable. Luego de unos años como párroco se dispone como voluntario para constituir la comunidad del Convento Santa Mónica, en La Rita, Provincia de Limón-Costa Rica. El padre Armando formará parte de una nueva fundación que los agustinos del Vicariato de Panamá asumirán como nueva tarea fuera del país.

Como sucesor del Padre Armando Bayard, fue nombrado párroco Fray José Azcárraga desde agosto de 2017 hasta la fecha.  

La acción apostólica

Siguiendo con el trabajo pastoral iniciado en la parroquia San Juan Bautista, en la parroquia del Rosario ha sido preocupación fundamental de la comunidad agustiniana trascender la clásica pastoral sacramental, para dar paso a una progresiva y más profunda evangelización. La arraigada religiosidad popular ha significado en este sentido, sin embargo, una cierta resistencia. Esto ha sido provocado tanto por el celo de nuestras gentes en no perder nada de lo acostumbrado, superabundante en devociones, invocaciones religiosas, misas por difuntos y otras muchas intenciones, procesiones, novenarios y fiestas patronales, como por su dificultad para aceptar una línea pastoral de mayor profundidad y exigencias de la fe.

Se han mantenido, empero, tres objetivos apostólicos fundamentales, aparte de la acción sacramental:

Evangelización y Catequesis necesarias para una adecuada educación en la fe: Cursillos a lo largo de todas las semanas del año para preparar a los padres y padrinos que desean bautizar. Cursos prematrimoniales y matrimoniales. Cursos de formación de catequistas una vez al mes, durante el tiempo que dura la catequesis; estos catequistas llevarán luego la formación recibida a los distintos niveles en que trabajan: elemental, pre-comunión, primera comunión, confirmación. Cursos esporádicos sobre Sagrada Escritura, Doctrina Social de la Iglesia, Evangelización, etc. El Movimiento Familiar Cristiano que apoya el grupo de Madres Responsables, Escuelas para Padres y formación de Parejas Casadas.

Formación de grupos: Pastoral de pequeñas comunidades en las que se facilitan las relaciones interpersonales y un mayor compromiso cristiano. La Pastoral Juvenil Agustiniana organizada en diversas zonas, se mueven entre oscilaciones de entusiasmo muy variables. Existen en diversas zonas Grupos de Oración. Durante las semanas que dura la Campaña de Promoción Diocesana, se forman asambleas familiares en muchos lugares.

Promoción humana y atención a los más necesitados. Las religiosas agustinas contemplativas acompañaron, en una primera etapa, las actividades que tenían por objetivo la evangelización de las comunidades. Hoy es la Comunidad de Hermanas Agustinas del Amparo quienes llegaron desde Honduras con todo el ánimo de ayudarnos en la cura pastoral de esta joven parroquia.

En el Salón Santa Mónica y en las capillas de las comunidades funcionan centros de promoción femenina, donde se imparten conocimientos y se organizan talleres de contenido plural. También se canalizan hacia las barriadas marginadas las ayudas que continuamente está recibiendo el salón parroquial.

En cuanto a la Pastoral Penitenciaria, hemos atendido la Cárcel Pública de Chitré y el Centro de Cumplimiento de Menores que está próxima a nuestra parroquia.  Además, a través de la Pastoral Social ofrecemos ayuda semanal a las familias más necesitadas de la parroquia con alimentos y medicamentos. Contamos con una Pastoral Vocacional donde damos seguimiento vocacional a jóvenes con inquietud a la vida religiosa agustiniana en el Convento San Alonso. La Pastoral de los Enfermos que se concretiza en la visita semanal a personas encamadas para llevarles a Cristo Eucaristía, la Reconciliación y la Unción de los Enfermos. Y además de todo esto, la parroquia procura contribuir con instituciones estatales y ONGs que procuran la promoción humana como por ejemplo el grupo de Alcohólicos Anónimos, INADEH, entre otros.

Presente y futuro

Actualmente la parroquia asume nuevos retos pastorales. Nos centramos en la atención de nuevos sectores que han surgiendo en la parroquia producto de la inmigración del campo a la ciudad, que siempre ha caracterizado esta zona de Chitré; o producto de proyectos urbanísticos de clase media.

Están surgiendo dos nuevas zonas en la parroquia que desde hace unos años atrás han comenzado un caminar de fe. Nos referimos a la Comunidad de Las Playitas que tiene por patrona a la Virgen de Fátima; y a la Comunidad de Las Tablitas, que tiene por patrona a Nuestra Señora Desatanudos. En ambas comunidades procuramos la evangelización y posteriormente la construcción de las capillas como centro de culto y promoción humana.

También estamos a la espera de la culminación de los trabajos de ampliación del Salón Parroquial Santa Mónica, que seguirá albergando a un sinnúmero de grupos de la parroquia y sociedad civil para reuniones y actividades de diversa índole.

Sin duda alguna todo esfuerzo tiene su recompensa, y podemos afirmar que el Señor ha recompensado durante estos quince años de vida parroquial todo el esfuerzo que hemos hecho en pro de esta porción del Pueblo de Dios.

Fray José R. Azcárraga F., OSA