El día jueves 18 de abril se dieron cita en la Catedral San Juan Bautista de Chitre, agentes de Pastoral con sus párrocos quienes renovaron su consagración sacerdotal de la mano de Monseñor Rafael Valdivieso obispo de esta diócesis, quien destaco la centralidad de la consagración del Santo Crisma y de los oleos con los que se asistirán a los enfermos, los catecúmenos y las consagraciones al ministerio sacerdotal, durante todo el año litúrgico.
En la homilía Monseñor dirigió unas palabras al pueblo allí presente y a los sacerdotes, haciendo un recuento de la vida de Jesús que se entregó por amor extremo y que de forma especial se desvive por los más pequeños, hace saber que el sacerdote es un hombre consagrado a Dios, en todos los ámbitos, es decir en la iglesia y fuera de la iglesia, el sacerdocio es una forma de vivir, la entrega, el amor y el sacrificio que el mismo Dios ya ha manifestado.
Advierte que la existencia del sacerdote es agradecida, porque todo lo que se recibe es DON de Dios, el sacerdote llega a amar con los sentimientos de CRISTO, es alguien que vive la experiencia del AMOR. El señor confía sus dones a seres humanos, aunque estos a veces le fallen a ejemplo de ellos los apóstoles, pero estos se dejaron rescatar y Él los hizo HIJOS y los introduce al misterio de la GRACIA. El sacerdote es consagrado y es una consagración que se da en libertad y se hace consciente de su debilidad, pero con la gracia se es posible el testimonio, el ser instrumentos de Dios, dándolo con sus vidas, y así acompañar o conducir a sus comunidades hacia la pascua.
Hna. Mα Angélica Gavarrete Gamez
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